Después de venir de las vacaciones de Semana Santa nos encontramos que nuestro huerto ha sufrido la falta de agua y los calores de estos días.
Y además nos encontramos con una serie de pequeños intrusos que decidieron venir a vivir en nuestras plantas.
Por lo tanto tenemos que limpiar nuestras hortalizas, regarlas para conservar el huerto. Aprovechamos para replantar y trasplantar en el huerto exterior.
Al cabo de una semana de cuidados especiales, empezamos a ver los resultados de nuestro trabajo.
El rocío y el paso del tiempo empiezan a dar sus frutos.
Y a medida que crecen, vamos distinguiendo las semillas plantadas y los diferentes tipos de hojas de la mostaza, lechuga y la Berza.
Por otro lado, nuestras higueras se han asentado en la tierra y empiezan a salirle las primeras hojas.
Y como nuestra huerta empieza dar frutos, no queremos esperar y aprovechamos para comer lo cultivado.